Luego de la traumática clausura del Hipódromo de Santa Rita, muchos purasangres venezolanos fueron enviados a Colombia, para realizar campaña en el nuevo Hipódromo San Francisco, escenario que contaba con todos los recursos para apuntalar el renacimiento de la hípica en el hermano país. JUAN PACHANGA, NAUJ PRINCE, MR. CESARE, PRINCESS KAREN, IVANHOE, THE LUCKY JORGE, GREY CLASSIC, CALA ROSA , FLORESTA, EL TABLAO. AP TRINO fueron algunos de nuestros ejemplares que compitieron con éxito en «La Pista de los Sueños».
Entre los jockeys destacaron Omer Araujo y el veterano José Gregorio Valera quien encontró una segunda oportunidad en el óvalo de Valledupar. Narradores como Abraham Aldana y Larry Frank Villalobos impusieron su estilo de relatar las carreras «a lo venezolano». La cosa iba para arriba, los aficionados plenaban las instalaciones, se corría más seguido, las carreras eran más nutridas, campeones como MARÍA BANDIDA, ADMIRAL NELSON y QUITASUEÑO empezaron a mover gente.
Lastimosamente, y para abreviar el cuento, a San Francisco le aguardaba, aunque por distintas razones, el mismo destino que a Santa Rita. A finales del 2017 el gobierno departamental revocó de manera arbitraria y unilateral la concesión que le permitiría al hipódromo operar hasta el 2025.
Tan cierto es que fue una medida injusta, que a mediados del 2018, cuando ya muchos caballos habían sido devueltos y negociados, cuando el abandonado escenario mostraba signos de deterioro y el negocio se había venido a pique, se dejó sin efecto la orden que daba por liquidada la concesión mencionada. De no haber sido por esa tamaña injusticia, tal vez Colombia, que sin mucha bulla, ganó el Clásico del Caribe con su GALILEA, y la Copa Confraternidad con su MARROQUÍN, sería hoy en día uno de los actores principales de la Serie Hípica del Caribe. Pero qué broma con la política y los políticos que metieron su cuchara ensalivada y dañaron todo el sancocho.

Por lo menos quedó esta hermosa foto del «campeón» JUAN PACHANGA, un caballito regular pero muy mediático debido a su singular apariencia física.
Escrito por Jin Hon