Hipodromo Oriental Park Havana, Marianao Cuba 1921
Foto obtenida en http://www.triposo.com
El deporte hípico en Cuba tuvo su época de gloria a comienzos del siglo pasado con la inauguración del Hipodromo Oriental Park Havana en Marianao el 14 de enero de 1915. Su óvalo según los entendidos era de ocho furlongs (1 milla), contaba con un «grandstand» con capacidad de ocho mil espectadores, Jockey Club y hermosos jardines que adornaban su entorno. El Hipodromo fué considerado como el mejor de América y en los meses de invierno, propietarios norteamericanos llevaban a sus purasangres a competir allí.
En Cuba el deporte hípico se inició en la ciudad matancera de Colón. Corrían los tiempos de la Colonia y el ejército español mantenía una escuela de equitación en dicha localidad. Los oficiales allí destacados, quizá para matar el aburrimiento, trazaron una pista y empezaron las competencias. Poco después se despertaba en Camagüey extraordinario interés por las carreras de caballos. Un camino recto sirvió de pista y se construyeron unos cuantos palcos que eran ocupados por militares españoles, sus familiares y algunos cubanos invitados. Fue entonces que, por primera vez, se efectuaron apuestas entre los espectadores. Apostadores como tales, en realidad, no había, pero la gente se lanzaba de un palco a otro bolsitas que contenían, en onzas de oro, la cantidad estipulada en cada postura – Por Derubín Jácome
Jinetes de la envergadura de Albert Robertson, ganador del Travers en 1921 y 1941 y Laverne Fator destacado jinete del circuito de Nueva York también ganador del Travers y el Whitney
entre otros, compitieron en el Oriental Park Havana. El local también sirvió para presentar otros eventos deportivos como el boxeo y automovilismo. Recibió la visita de figuras reconocidas como Kirk Douglas, Errol Flynn, Wilt Chamberlain, Arturo de Córdova y todos los Presidentes de la República de Cuba incluyendo a Fidel Castro.
Los mejores tresañeros cubanos fueron contemplados en la idea original del Clasico Internacional del Caribe de Ramón Llobet Jr., pero el deporte hípico en Cuba fué clausurado en 1967. Los ejemplares que quedaban en el Hipodromo fueron enviados a una finca localizada en el Wajay donde había una pista de dos furlongs (400 metros) y los equinos más valiosos fueron vendidos al exterior.