Fué el fin de una larga espera. Trás 37 años de no ver un triplecoronado en los Estados Unidos desde que Affirmed logró tal hazaña en el 1978, el Faraón del Zayat, American Pharoah lo hizó a su manera. Cerrando como amplio favorito en las apuestas, el hijo de Pioneer of the Nile, tomó la punta para nunca perderla. El mexicano Victor Espinoza de inmediato lo colocó al frente dejandolo pasar parciales de 24.06 y 48.83 los primeros 800 metros.
Los faraones fueron considerados seres casi divinos durante las primeras dinastías y eran identificados con el dios Horus. A partir de la dinastía también eran «hijos del dios Ra». Normalmente no fueron deificados en vida. Era tras su muerte cuando el faraón se fusionaba con la deidad Osiris y adquiría la inmortalidad y una categoría divina, siendo entonces venerados como un dios más en los templos.
Así prosiguió sin mayor esfuerzo pasando los 1,200 metros en 1:13.41 sin recibir en todo el trayecto un fuerte ataque de sus contrincantes Materiality y el irlandés Mubtaahij que lo dieron todo y no pudieron. Doblando la última curva, Frosted con Joel Rosario comenzó un avance y se colocó en posición amenazadora pero en los 400 metros finales American Pharoah exijido por Espinoza se despegó de forma decisiva para irse a ganar por 5 cuerpos y medio dejando el reloj para los 2,400 metros en 2:26.65.
El faraón, que logró su nombre trás una encuesta y fué registrado incorrectamente «Pharoah» en vez de «Pharaoh», se convirtió en el caballo número doce en triplecoronarse en Estados Unidos al llevarse el Kentucky Derby, Preakness Stakes y el Belmont Stakes. El potro del Zayat Stables no sera retirado de las pistas por el momento. Al menos, suenan como posibles carreras el Travers en Saratoga o el Pacific Classic contra los mayores para luego enfilar sus cañones al Breeders’ Cup Classic en Keeneland a finales de año.